Enel Chile tiene un compromiso permanente con el respeto y la promoción de los derechos humanos. Reconoce su responsabilidad en esta materia y la importancia de demostrar que se están tomando las medidas necesarias para cumplir con esta obligación social.
En 2013, el Grupo Enel adoptó el enfoque de los Principios Rectores de la ONU para las Empresas y los Derechos Humanos de “Proteger, Respetar y Remediar”, a través de la aprobación de la Junta Directiva, de una política dedicada a los derechos humanos, un compromiso que fortalece y profundiza los valores y pilares de la ética corporativa de Enel Chile, basados en el Código de Ética, el Plan de Tolerancia Cero con la Corrupción y el Enel Global Compliance Program.
Esta política define 12 principios divididos en dos macrotemas: “Prácticas Laborales” y “Comunidades y Sociedad”, enfocando su atención en cómo los temas ambientales y el cambio climático están interconectados con los derechos humanos, ya que la aplicación de medidas que mitiguen sus efectos no se puede realizar si no se toma en cuenta su impacto social.
Prácticas de empleo
- Rechazo del trabajo forzoso u obligatorio y el trabajo infantil
- Respeto a la diversidad y no discriminación
- Libertad de asociación y negociación colectiva
- Salud, seguridad y bienestar
- Condiciones laborales justas y favorables
Comunidades y sociedades
- Medio ambiente
- Respeto de los derechos de las comunidades
- Respeto de los derechos de las comunidades locales
- Respeto de los derechos de los pueblos indígenas y tribales
- Integridad: tolerancia cero a la corrupción
- Privacidad
- Comunicaciones
En caso de detectar un posible incumplimiento de los compromisos adoptados por Enel Chile, cualquier grupo de interés puede denunciarlo a través del Canal Ético.
La Compañía insta a todos sus colaboradores, contratistas, proveedores, comunidades y socios comerciales a adherir a esta Política. Esta refleja la adopción de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, para "Proteger, Respetar y Remediar". Esto dice relación con: 1) el deber del Estado de proteger los derechos humanos que puedan ser vulnerados por prácticas y/o conductas empresariales, incluyendo las estatales; 2) la responsabilidad de las empresas para respetar los derechos humanos, y por lo tanto, la obligación de que éstas adopten un enfoque preventivo en sus actividades, evitando aquellos impactos negativos que puedan impactar a personas y grupos vulnerables; y 3) el acceso a justicia y a mecanismos de remediación.
En lo relativo a Debida Diligencia, que según los Principios Rectores se refiere a un sistema de gestión continua que la empresa adopta, con el fin de velar por que se respeten los derechos humanos y por no contribuir a la violación de dichos derechos. Este proceso implica “identificar, prevenir, mitigar y rendir cuentas” de los potenciales impactos negativos generados por la empresa, y que de forma periódica Enel Chile realiza, considerando a sus principales grupos de interés potencialmente afectados: trabajadores propios, trabajadores contratistas, proveedores, comunidades locales e indígenas, con especial foco en mujeres, y clientes.