Bocamina: compromiso cumplido

El cierre voluntario y definitivo de la central Bocamina, 18 años antes de lo previsto, no solo marcó un hito en la descarbonización de nuestra matriz energética, también estableció un precedente para seguir impulsando una transición energética justa en el país, a partir de un trabajo orientado por una estrecha coordinación con las autoridades, así como por los principios rectores en materia de empresas y Derechos Humanos, cumpliendo con los compromisos adquiridos con trabajadores, proveedores y comunidades, incluyendo la desconexión definitiva de la central y la futura ejecución de un desmantelamiento seguro para las personas y el medioambiente.

Cumplimiento de compromisos sociales
La compañía cumplió con los compromisos adquiridos con las comunidades de Coronel durante el periodo de operación de la central. Dentro de estos, se destacan los siguientes: reasentamiento de 1.272 familias; aportes económicos a 2.039 pescadores, algueros y otros; aportes económicos a la municipalidad de Coronel para el desarrollo de proyectos comunitarios; y construcción de proyectos tales como sedes sociales, iglesias y otros. Los fondos dispuestos por la Compañía para la gestión social entre 2014 y 2025 ascienden a 140 millones de dólares.
Desmantelamiento seguro
Conforme con los permisos ambientales existentes, la Compañía cuenta con autorización para el cierre de la Unidad II, por lo que las actividades se realizarán bajo un estricto cumplimiento normativo. Adicionalmente, en noviembre de 2025, la compañía presentó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para evaluar el desmantelamiento de la unidad I de Bocamina. La propuesta se alinea con los principios de desarrollar un proceso seguro para las personas y para el medioambiente. Respecto de las instalaciones industriales del depósito de cenizas, se concretó el proyecto que permitió reconvertirlo en un área verde dentro de Coronel, ofreciendo un nuevo pulmón para la ciudad y asegurando, a través de un proceso liderado por expertos externos, la rehabilitación efectiva de los suelos. Este proceso de cierre y transformación se ejecutó en concordancia con los permisos ambientales y sectoriales asociados, encontrándose actualmente en fase de monitoreo, al recibir la aprobación de su cierre por parte de las autoridades de salud.
Desconexión definitiva
La desconexión de Bocamina II marcó el fin de la generación a carbón para Enel en Chile, junto con asegurar que la central tampoco será destinada a otras tecnologías de generación de energía con combustibles fósiles. En línea con aspectos de viabilidad económica, legal, política y social, la compañía continúa analizando diversas opciones respecto del destino de los inmuebles tras el desmantelamiento de la central.

 

Un hito para Enel y para Chile

El 30 de septiembre de 2022 marcó un paso histórico en la transición hacia una matriz energética más limpia y renovable para Chile. Con la desconexión definitiva de Bocamina II, Enel se transformó en la primera compañía en el país en cerrar voluntariamente todas sus centrales a carbón.

Se trata de la culminación de un proceso que comenzó con la firma del Plan Nacional de Descarbonización en junio de 2019, cuando Enel Chile y sus filiales comprometieron voluntariamente el cierre anticipado de todas sus plantas a carbón. El 31 de diciembre de 2019 se desconectó la unidad a carbón de central Tarapacá, mientras que el 31 de diciembre de 2020 cerró Bocamina I.

En línea con el propósito de la compañía de liderar una transición energética justa, el 27 de mayo de 2020 el directorio de Enel Generación anunció su decisión de adelantar en 18 años -con la autorización de la Comisión Nacional de Energía (CNE)- el cierre de su última central a carbón, Bocamina II.

Junto al cierre de todas sus plantas a carbón, Enel Chile y sus filiales han consolidado su posición como la principal compañía energética en el país a través del crecimiento en capacidad renovable con proyectos solares, eólicos, geotérmicos e hidroeléctricos, junto al desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía. La visión de largo plazo de la compañía aspira a alcanzar la carbono neutralidad a 2040.

En línea con lo anterior, se ofrecieron opciones de reconversión laboral para integrarse en otras líneas de negocio de la compañía a cada uno de los 56 colaboradores directos de Enel que cumplían labores en Bocamina II, junto a alternativas de reinserción laboral para quienes decidieron optar por otros proyectos profesionales.

Además, las principales empresas contratistas que prestaban servicios a la Central Bocamina fueron parte de los Programas de Reconversión de Oficio y Acreditación de Competencias Laborales. A través de ambos programas, Enel Chile pudo trabajar con un universo diverso de perfiles y calificaciones, ya sea a través de Sence o directamente por los programas gestionados por la Compañía.

La tecnología aplicada para la impermeabilización del terreno juega un rol fundamental. El proyecto involucra la utilización de innovadoras técnicas para la preparación del suelo que fue revegetado, considerando el relleno de materiales divididos en cinco capas, incluyendo geoceldas, geodrenes, geomembranas, relleno con sedimentos y sustratos, para así cubrir las cenizas acopiadas por el funcionamiento de la central y poder plantar diferentes especies de árboles y arbustos nativos, sobre un material adecuado.

Este proceso de cierre y transformación se ejecutó en concordancia con los permisos ambientales y sectoriales asociados, encontrándose actualmente en fase de monitoreo, al recibir la aprobación de cierre por parte de la autoridad sanitaria.