Victoria Cárdenas: mujer en terreno

Published on viernes, 23 octubre 2020

“Cuesta abrirse el paso en un mundo de puros hombres. Hoy estoy orgullosa de ser una mujer en terreno.”

– explica Victoria sobre su aporte a la historia de la central.

Cambios de paradigmas

"Cuando era chica vivía en Lota y mis abuelos en Coronel. Recuerdo que cuando iba a visitarlos, me decían que en Bocamina trabajaba el Viejito Pascuero y sus chimeneas funcionaban porque hacía muchos regalos". Así narra Victoria Cárdenas sus primeros recuerdos sobre la central termoeléctrica que por más de 20 años ha marcado su vida, convirtiéndose en, como ella lo llama, su segundo hogar.

Hoy se desempeña como operadora química de las unidades 1 y 2. Su trabajo consiste en preparar las aguas para todo el ciclo de generación, dosificar los reactivos, mantener el PH óptimo, además de analizar las materias primas que se reciben a diario en la central.

"Es un trabajo full en terreno. Con las dos unidades en servicio, no nos sentamos nunca", comenta sobre su labor, que lleva a cabo en un equipo de cuatro operadores químicos y un supervisor, con turnos de 12 horas para cubrir las 24 horas del día, los 365 días del año. En este equipo, ella es la única mujer.

En total, son 12 años los que Victoria lleva contratada en la empresa, pero son dos décadas de experiencia si se suman todos los empleos que ha realizado en Bocamina como colaboradora externa. "Fui una eterna alumna en práctica, quizás la que más ha hecho en la historia de la termoeléctrica. Me quedaba cerca, conocía a todos, tenía la ilusión de trabajar ahí", comenta quien se siente "la hija pródiga de Bocamina". En estas idas y vueltas, fue dándose cuenta cómo la central fue mutando, de partida porque cuando llegó no existía la unidad Bocamina 2. "Era un patio gigante, donde los químicos, después de almorzar, nos regresábamos contemplando ese sector. Había árboles, gallinas, vacas y amarraban caballos", recuerda respecto al crecimiento de las instalaciones. Pero aclara que los cambios vividos iban mucho más allá.

“Cuando llegué era distinto, no había mujeres y eran todos adultos. Era un mundo de hombres. Fue difícil en un comienzo y chocante.”

– expresa Victoria sobre sus inicios.

"Era prestigioso entrar a Endesa, una de las grandes empresas que había en la zona. Y más siendo mujer", agrega.

Pero su buen desempeño fue suficiente para resolver las brechas culturales y generacionales. "Teníamos que preparar sulfato ferroso, un estanque donde había que echar dos sacos de 50 kilos. Y me decían ‘ya, ¿no dicen que ustedes pueden hacer esto?’. Y yo lograba prepararlo. Después me decían ‘eres aperrada, cabra chica".

Un mundo que avanza

En 2007, debido al alza del precio del petróleo y la escasez de gas natural que venía de Argentina, Bocamina se vio en la encrucijada de crecer para dar continuidad a la estabilidad eléctrica del país. Así, comenzó a gestarse la ampliación de la planta y llegó Bocamina 2. Tanto para el proceso de instalación como de operación (que comenzó en 2012), se requirió mano de obra y personal, lo que para Victoria trajo aires renovados a Coronel.

"Llegó mucha gente joven y me sentí vieja. Yo estaba acostumbrada a la gente adulta y después la adulta era yo y los jóvenes eran otros", cuenta entre risas.

Las nuevas generaciones llegaron también con la modernización y la automatización, que fue transformando distintos procesos de la planta y generando las mejoras para minimizar el impacto medioambiental de la central. Sobre esto último, Victoria destaca los gigantescos domos que cubren las canchas de carbón, únicos en el mundo; los sistemas de monitoreo de gases y los filtros, pues cree que no todas las personas dimensionan todo lo que se ha hecho en Bocamina.

“Se ha avanzado mucho, incluso por sobre lo que exige la ley. En 2019 ganamos el premio a la termoeléctrica más limpia de Enel a nivel mundial.”

– recalca Victoria sobre los estándares medioambientales de la central.

Como parte de ese proceso de cambios, hoy Victoria asimila el futuro cierre de la unidad 1 el 31 de diciembre de 2020 y el cierre definitivo de la central el 31 de mayo de 2022, que pondrá fin a la producción con carbón por parte de Enel en Chile.

"Me dio pena y nostalgia por tantos años… quiero a Bocamina", reconoce y agrega: "Estoy orgullosa de mi rol como mujer en terreno".