Los inicios
Tras iluminar distintas canchas de la Región Metropolitana como parte del programa de “Recuperación de Espacios Públicos”, en el año 2002 surgió la idea de darle nuevos usos a estos espacios. Bajo el nombre de “Copa Chilectra”, se vio en torneos de baby fútbol para niños, y de voleibol para niñas la oportunidad de una real participación social, tanto de la compañía como de las municipalidades y el entorno. Un espacio de encuentro familiar, de sana competencia, donde niños y niñas tengan la oportunidad de encontrarse con el deporte a un estándar profesional.
“Nosotros partimos este proyecto casi sin nada, con lo que sabíamos. Nos gustaba el fútbol, pero nunca organizamos ningún torneo. Dentro de los procesos que se han generado tuvimos que crear una “Comisión de Fútbol”, donde todos los martes nos juntábamos a analizar los partidos del fin de semana, a ver las situaciones complejas. Partimos como amateurs, pero hoy ya es un proyecto de todo punto de vista profesional.”
Con los años el torneo ha tenido grandes variaciones, como la decisión de incorporar el torneo de baby fútbol femenino -que inicialmente era un torneo de voleibol-, y cambios en su premio final.
El primer gran salto fue viajar hasta la capital de España para enfrentar en un partido amistoso al equipo juvenil del Real Madrid. Luego con la llegada de la empresa italiana Enel, la sede del premio cambió a Milán para enfrentar al Inter, equipo donde también el rostro de la Copa desde sus inicios, Iván Zamorano, celebró gran parte de su trayectoria profesional.
Por esta internalización y su impacto a nivel local, la Copa Enel es hoy considerada el torneo de fútbol infantil más importante de nuestro país. Varios niños que jugaron en su momento el torneo, ahora se encuentran en el fútbol profesional. Es el caso de Jeisson Vargas y Pablo Aránguiz quienes juegan en Universidad de Chile, Branco Provoste, volante del Club Deportivo Ñublense o el jugador de Colo Colo Jordhy Thompson, entre tantos otros.
La expansión a otras regiones
Con el éxito de la Copa durante sus primeros años, la idea de llevar el evento más allá de la capital, no tardó en llegar. Así menores de otras zonas de Chile, como las comunas de San Clemente, Colbún, Concepción, Lota, Coronel y Mejillones, también han tenido la oportunidad de competir y ganar.
De hecho, la ciudad de Calama, quienes ingresaron al campeonato en 2019, fueron los últimos en alzar la Copa ese año con el equipo masculino, siendo la primera región en conseguir el trofeo. En damas, en tanto, ganó el equipo de la comuna de Lo Prado.
Para Segundo, que los niños vean la profesionalización del torneo y la seriedad de sus organizadores, generan en ellos el sueño del día de mañana proyectarse como profesionales de este deporte. “Nos preocupamos de toda la planificación, traslados en avión hasta las ciudades, desde la zona al aeropuerto en bus, después al hotel, los tratamos como profesionales, y ellos se sienten así. Ha sido muy satisfactorio lograr que niños y niñas que no pueden tener un viaje a Milán lo puedan hacer”.
Una alianza que ha permanecido durante los 20 años de la Copa es con la Fundación Iván Zamorano. Por lo mismo, el capitán histórico de la selección chilena participa en las actividades del torneo, y hasta viaja con los finalistas a Italia acompañando a los niños.
Como representante de Enel, Segundo participó en el último viaje en febrero de 2020. De esos días recuerda que “antes de entrar al estadio, cuando Iván (Zamorano) se bajó del bus con los chicos, ellos vieron como los hinchas del Inter lo saludan, se sacan fotos con él, le cantan canciones, no lo dejaban caminar. Ahí se dieron cuenta del ídolo que es”.
Durante esos días del viaje, en un país tan lejano, los niños reconocen otro fútbol, uno con una infraestructura de primer nivel, con museos llenos de triunfos y estadios que en la realidad se ven más grandes que en la televisión. Un lugar donde un chileno, tras mucho esfuerzo y perseverancia fue goleador hace algunos años. Conocen un lugar donde ellos y ellas también sueñan con llegar.
“Ven el entrenamiento de jugadores de categoría mundial, permiten que los chicos entren, se sacan fotos con ellos cuando termina el partido. Yo creo que para ellos es impagable, ahí todos y todas quieren ser futbolistas profesionales”, asegura Segundo, quien espera “salir ya de esta situación de la pandemia y poder enfrentar los desafíos de la nueva era de la Copa”.