Desde tiempos ancestrales, son varias las familias Pehuenches que habitan la comunidad que desde 1997 lleva el nombre de “El Avellano”.
Hoy, son alrededor de 40 familias las que luchan por preservar su cultura y costumbres, y por enriquecer su territorio, lo que han logrado día a día recolectando avellanas hasta completar sacos de 50 kilos. Son 6 hectáreas de avellanos las que albergan a esta comunidad, la que hace años trabaja de forma manual sus productos y a la vez los comercializa.
La materia prima de sus tierras es importante y las ganas de esta comunidad de salir adelante son aún mayores, por eso, buscan darle un sello de denominación de origen a cada una de sus producciones.
A través de la Fundación Pehuén, organización que nació a raíz de la construcción de la Central Pangue, se creó un proyecto con el objetivo de tecnologizar su trabajo y lograr que el procesado de las avellanas fuese semi-industrial, manteniendo la vinculación ancestral y cultural de estas familias Pehuenches. El proyecto también apoya a la comunidad con materiales para el cercado y manejo de bosques de avellano, así como en la elaboración de un plan de manejo forestal para presentar en la CONAF.
Gracias al constante diálogo entre la comunidad y la empresa, se comenzó con la primera etapa, donde 15 integrantes de la comunidad fueron capacitados en “Manipulación, elaboración y comercialización de productos alimenticios presentes en el territorio”, la que se llevó a cabo en en el Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial de la Universidad de Concepción.
Luego de esta experiencia, las capacidades adquiridas fueron validadas y certificadas, dando inicio a la segunda etapa: la adquisición de maquinaria para el procesamiento de avellanas, la que además de efectiva y de uso fácil, deja atrás las horas de manipulación de avellana por avellana.
El proyecto ya está por dar el vamos a la tercera etapa: La construcción e implementación de una sala de procesamiento y comercialización de la avellana chilena, la cual estará debidamente certificada y con la respectiva resolución sanitaria de la Seremi de Salud.
Así, y luego de años de trabajo que honran lo más profundo de las raíces y cultura Pehuenche, la comunidad de El Avellano está modernizando su proceso productivo en una interesante fusión que logra armonizar lo ancestral con el uso de la tecnología.