En su último año con opciones de jugar la Copa Chilectra, la jugadora de Quilicura esperaba decir adiós al certamen llegando a la final, pero la derrota ante Independencia truncó sus aspiraciones.
Ya parecía una maldición la que perseguía a la jugadora del equipo femenino de Quilicura Cristina Llabres. Es que si bien en las últimas dos ediciones de la Copa Chilectra había conseguido un lugar en el equipo, a la hora del torneo no había podido ver acción.
“Los otros años mi mamá no me dejaba jugar porque estaba en cadetes de Unión Española y al profesor no le gustaba que viniera, por eso no había podido jugarla”, recuerda.
Sin embargo, la edición 2016 del torneo de baby fútbol más importante del país por fin marcaría su debut, justo con 15 años, la edad límite para las mujeres.
Cristina quería guiar a Qulicura hasta la gran final del próximo 24 de septiembre en el Polideportivo del Estadio Nacional, pero su sueño terminó el pasado fin de semana, pues su equipo se inclinó 7-0 ante Independencia y se despidió en los cuartos de final del certamen.
“Di todo en la cancha, pero nos faltó corazón y ellas nos superaron”, comentó la jugadora tras el encuentro.
Y Cristina se va de la Copa con un sabor amargo, pues según reconoció “habíamos varias que cumplíamos el límite de edad y esperábamos seguir avanzando, pero no pudimos”.
“Queríamos despedirnos de otra manera”, se lamentó la goleadora de Quilicura, quien de todas maneras se va con un grato recuerdo.
“Esta copa es lo mejor que le puede pasar a un jugador, me voy feliz por haberla jugado”, finalizó.