La Región Metropolitana, en forma inédita, vivió una intensa nevazón. Fue un hecho inusual; el último registro de un episodio similar ocurrió hace 46 años. La nieve cubrió techos y calles, mayormente en las comunas del sector oriente. En esa zona, el episodio provocó múltiples y graves daños a la red eléctrica, producto de la nieve, árboles y grandes ramas, que cayeron por completo sobre el tendido, cortando líneas, arrastrando postes y dañando seriamente transformadores de distribución. Los efectos de la emergencia, solo son comparables con los que dejó el terremoto de 2010.
Como consecuencia, se interumpió el servicio eléctrico de aproximadamente 311.000 clientes de Enel Distribución y se produjeron un total de 3.700 fallas, equivalentes a las que se registran durante dos meses de operación normal. Esto exigió una respuesta urgente y decidida por parte de la empresa, la que se extendió por varios días hasta resolver la emergencia. Más de 800 personas trabajaron en terreno, en turnos ininterrumpidos; el servicio de atención telefónica recibió más de 205.000 llamados para gestionar la atención caso a caso; y se realizaron más de 139.000 interacciones por redes sociales. Ejecutivos de atención al cliente, profesionales y técnicos de las área de Operación y del área Comercial, más todas sus áreas dependientes, trabajaron largas jornadas consecutivas, para resolver los severos daños encontrados en la red de distribución.
Al cuarto día ya se había recuperado el 99% del suministro eléctrico afectado por la nevazón, lo que permitió recuperar gradualmente la normalidad del sistema eléctrico. Sin embargo, el trabajo continuó arduamente. La emergencia ha dejado importantes desafíos, y oportunidades de mejora, que la Compañía espera implementar en futuras contingencias, adoptando planes de corto y mediano plazo, en coordinación con las autoridades correspondientes. Parte de las mejoras se enfocarán en reforzar la mantención del tendido en las calles, así como repotenciar los planes de podas de árboles. Asimismo, se analizarán alternativas para incrementar el número de cuadrillas que trabajan en terreno durante emergencias y perfeccionar las herramientas de servicio al cliente. Se continuará trabajando para estar mejor preparados para eventos de escala inusual, de manera que los clientes reciban un servicio de calidad.