Las manos que dan vida al premio de Energía de Mujer

Published on lunes, 6 marzo 2017

Con la serenidad del volcán Villarrica como escenario de fondo, Ana Lagos se alista para dejar su hogar y romper con el silencio imponente del pueblo de Molto, situado en plena zona de la Araucanía. El sol ya calienta con sus primeros rayos y descongela el pasto escarchado, mientras que solo el canto de las aves y el ladrido de los perros quiebran la inquietante dictadura de la afonía.

Ana es diseñadora de profesión y directora de “Hebras del Alma”, un proyecto nacido en el 2010 que entrega oportunidades a mujeres artesanas de la zona para que ellas mismas, más allá de su aislamiento geográfico, puedan generar un aporte monetario a sus familias.

“En el fondo estas mujeres habían perdido la tradición del telar mapuche, pero sin embargo la lana era un material conocido por ellas. Entonces partimos por enseñarles la técnica de fieltro y empezamos a desarrollar productos que fueran posibles de comercializar en el mercado””

– Ana Lagos, directora de Hebras del Alma

El taller de producción está radicado en Molto, allí trabajan cuatro artesanas mapuches que extraen el vellón, tiñen las lanas y trabajan al pulso de la aguja para separar hebra por hebra hasta dar con la forma deseada.

Ellas se inspiran en la cultura criolla para crear figuras que hoy causan furor en las principales ferias internacionales de diseño. Algunas tienen una línea étnica bien marcada, otra más religiosa y otra orientada al mercado extranjero, donde han sacado aplausos en países como Alemania, Italia, Noruega y Holanda.

Trabajo, dedicación, cariño…

Convencidos en abrir su energía a las comunidades, Enel Distribución ha venido incluyéndolas en pequeños proyectos corporativos, permitiéndoles una mejor calidad de vida.

Pero ahora el desafío fue mayor. Enel confió en el talento de las artesanas mapuches para diseñar el nuevo galardón del premio Energía Mujer, un reconocimiento de carácter nacional que desde 2007 ha ido contribuyendo de manera significativa al fortalecimiento del rol de la mujer en nuestra sociedad.

El trabajo de confección demoró tres días, donde se tiñó y se hicieron los experimentos para lograr  colores exactos para cada una de las 13 categorías existentes. El resultado arrojó la estructura de una mujer fuerte que incorpora simbólicamente los cuatro colores de la empresa.

Hebras que conectan

El vínculo emocional creado entre las artesanas y Energía Mujer va más allá de estas estatuillas. Ellas representan el valor de lo hecho a mano con calidad, el respeto por la igualdad y el favorecimiento al desarrollo de las comunidades a través del trabajo y la inclusión.

“Que nos den la oportunidad de participar en una propuesta, y en este caso haberla ganado, muestra que Enel está preocupado por generar oportunidades para la gente.”

Hoy, luego de 10 años, el galardón ha rejuvenecido su imagen gracias a un grupo de mujeres artesanas que, con dedicación y cariño, lograron entregar a cada una de las premiadas algo único.